La cita olímpica esta vez fue en
Mexico 1968.
Después de
Berlin 1936, fueron los juegos olímpicos más tensos políticamente hablando. Diez días antes de inaugurar los juegos los estudiantes protestaban contra el gobierno por el uso de fondos para las justas mientras que no había dinero para programas sociales.Hubo disparos por parte del ejército y cerca de 200 manifestantes muertos.
En la ceremonia de victoria de los 200 metros masculino, Tommie Smith y John Carlos (oro y bronce respectivamente), cada uno cabizbajo y con un guante negro en lo alto durante el himno nacional de su país, protestaban por las condiciones las minorías étnicas en Estados Unidos. Funcionarios del comité olímpico internacional de los norteamericanos juzgaron este acto contrario al espíritu de las olimpiadas y proscribieron a los atletas, los enviaron a casa.
Diecisiete récords mundiales, 29 olímpicos y 5 nacionales fueron el balance de unas olimpiadas en las que la altitud a la que se desarrollaron, jugó un papel muy destacado.
112 países y casi 5.500 atletas engalanaron los juegos. Las dos Alemanias compitieron por separado por primera vez; también fue la primera vez que se hizo control de doping y de sexo a las mujeres
Y quizá donde hubo mayor importancia fue en la prueba de salto de longitud, que consagró a
Bob Beamon, como el mejor atleta de la competición. Beamon lo tuvo todo a su favor. La altitud (2.300 metros), la velocidad de dos metros justos por segundo, del viento favorable en el momento de saltar, una atmósfera en condiciones muy especiales minutos antes de que se desencadenara una tormenta. Además, su salto fue perfecto, batiendo en el límite, sosteniéndose en el aire y evitando tocar con el cuerpo la arena. Sus 8 metros con 90 centímetros fue récord que tuvo vigencia hasta 1991 en que fue superado.
Pero tampoco debemos olvidar a Dick Fousbury quien ganó el salto alto con su revolucionaria técnica de salto: "carrera en J", así lo llaman los expertos. Fue el primero en atacar de espaldas el listón, mientras todos los demás lo hacían de frente; su técnica requería una aproximación muy rápida, convirtiendo la inercia en potencia vertical de salto. Fousbury pudo mejorar en 6 cm el récord impuesto en 1964 por John Thomas.
Los juegos olímpicos de Mexico 1968, otro colosal reto de un país del latinoamericano al que no le creían fuera capaz de llevar a cabo con éxito tales justas.
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Tokio, 1964
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